Pescadores artesanales preocupados por cierre de frigoríficos
Sebastián Marco, lamenta la pérdida este año del “aguinaldo del pescador” como llama al viernes santo. El imponente oleaje de los últimos días hizo imposible que saliera al Río de la Plata en su barca “Garza Real” que pinta y mantiene sobre troncos que traba precisamente entre en las costillas de la nave.
En la puerta de su casa, un barrio de pescadores muy próximo al “parque del remanso” que los vecinos hicieron en el cangrejal del arroyo Tropa Vieja ,tiene un pizarrón cuidadosamente escrito a tiza que anuncia pescado fresco.
Como en mucho de los casos de quienes están en la primera línea de producción como el agro o en este caso el mar, tiene trabajo “de momento podemos trabajar alguna caja y puedo vender en casa”, “pero preocupa mucho el cierre de dos frigoríficos y algún otro que pueda dejarnos sin la zafra que empieza ahora y dura cuatro meses”, “nosotros trabajamos todo el año para esos cuatro meses,pero si nos falta se complica” aseguró.
Si bien prefectura está limitando la salida al mar de las embarcaciones deportivas como parte de las medidas dispuestas por la Armada Nacional en el marco de la emergencia, están exceptuados de momento los pescadores artesanales. “Lo único que le pido a Prefectura en caso que cambien algo es que avisen,porque tenemos redes y herramientas en el mar que no podemos dejar tiradas” asegura preocupado en la eventualidad de que una restricción mas fuerte les tome por sorpresa.
A la zafra de la pescadilla que es el pescado mejor pago, le sigue la del mingo, la anchoa la palometa y la corvina, variedades para las que necesitan redes diferentes y que tiene costos altos en caso de pérdidas o roturas a las que están acostumbrados por “el constante problema de los lobos” que hacen trizas las tramas de las artes.
DEUDA Y BUROCRACIA
Otra de las preocupaciones que tiene los trabajadores por estos días además de las les genera la pandemia como a cualquier ciudadano, especialmente cuando salen al mar con los peores fríos en busca del alimento, es el atraso en los bimestrestres de la partida por devolución de impuestos que ANCAP les realiza a través de DINARA como forma de estímulo a su actividad. “Hay dos pagos atrasados y eso puede rondar los 50.000 pesos”, “tenemos que pagar BPS mas allá de que ahora nos perdonaron pero, tenemos que reinvertir en herramientas o mismo en combustible” dijo Sebasitián.-
En caso de que los frigoríficos de pescado cerraran sus puertas temporalmente ante un agravamiento de las medidas o de la pandemia en sí, como ocurrió con el caso de la carne por decisión de la FOICA, la espalda de estos trabajadores artesanales sería otra si se la compara con los productores ganaderos.
Sebastián nos cuenta, reflexiona , se preocupa pero no hace dos cosas dejar de trabajar y sonreir cada vez que mira al mar.