Dia Mundial de la Salud Mental, guía práctica para valorarla

Dia Mundial de la Salud Mental, guía práctica para valorarla

Por Lic. Psic. Verónica Baleirón

Programa Prevención y Promoción en Salud Mental.
Fundación Ave Fénix.

Guía práctica para valorar nuestra Salud Mental

Partimos del simple entendimiento de que cuando hablamos de salud nos referimos a la ausencia de enfermedad, por tanto si hablamos de salud mental nos referimos a la ausencia de enfermedad en la psiquis, el conjunto de capacidades que abarca los procesos de nuestra mente.

 Es relevante conocer qué compone e incide sobre nuestra salud mental y qué nos ayuda, en consecuencia, a prevenir con el fin de conservar un estado óptimo.

Para valorar y comprender que estemos viviendo dentro de ciertos parámetros de salud mental, podemos remitirnos a explorar la definición emitida por la OMS para entender los conceptos que la componen, y en adelante citamos.

La Organización Mundial de la Salud, define la salud mental como” un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad” ·

De tal forma, para hablar de salud mental, es importante considerar que contamos con una forma de entender el bienestar ligado con la sensación de satisfacción personal, que consideramos como positivos y/o adecuados.

Estos aspectos relativos a la salud o bienestar, refieren a la estabilidad en relaciones, vínculos sociales y familiares; También a la estabilidad económica y el desempeño de una labor acorde a nuestros intereses.

 Asimismo, el bienestar se relaciona con el placer personal, la alegría de vivir, la armonía con nosotros mismos y con el entorno. En este sentido, la comprensión que tenemos de nosotros mismos respecto a un mayor o menor bienestar, la podemos detectar en las diferentes áreas de nuestra vida, considerando que no es exactamente igual para todas las personas.

En este sentido, contar con bienestar permitiría el desarrollo de todo nuestro potencial personal, conociéndonos y llevando adelante actividades de forma consecuente, es decir habitualmente, en tanto esas actividades sean para nosotros disfrutables y de interés. Por ejemplo, el trabajo, la familia, actividades de arte, deporte, actividades de ocio entre otros.

El desarrollo del potencial de cada uno, refiere de igual manera, a la comprensión y sensación que tengamos cada quien, de estar desarrollando nuestra mejor versión, alcanzando nuestros objetivos y metas a corto y mediano plazo. También la expansión y ampliación de nuestras libertades para avanzar en otras metas que nos generan valoración propia, compromiso y motivación.

En cuanto a afrontar las tensiones de la vida … es hablar de aceptación, de que nada permanece de igual forma en el correr del tiempo.

 Mientras que al adaptarnos a los cambios comprendemos que la transformación de la realidad es inevitable. Al afrontar las tensiones de la vida, desarrollamos la capacidad de accionar y resolver diferentes situaciones o vivencias en la que nos encontremos movilizados a cambiar.

Es desplazarnos de un punto A a un punto B, considerando los obstáculos que encontremos entre un punto y otro. Generando posteriormente al accionar/resolución una re significación, es decir, la posibilidad de comprender mejor y más ampliamente la situación atravesada. Mientras que generamos herramientas, que podremos utilizar en las diferentes situaciones que se nos presenten en la vida.

Por último, la definición de Salud Mental que proporciona la OMS; nos propone que podamos trabajar de forma productiva y fructífera, así como aportar a nuestra comunidad.

 De este modo, es fundamental valorar que somos parte de una comunidad y que nuestra conducta y acciones inciden en el estado de la misma. Por tanto, siempre podemos desde nuestras conductas, hábitos, trabajos o roles que ocupamos, comprometernos a mejorar y contribuir para llevar una vida más saludable, teniendo en cuenta, que en gran medida, el trabajo empieza por nosotros mismos. Concluyendo, luego de haber amplificado la visión sobre salud mental, podemos distinguir, y auto observarnos en los parámetros desarrollados, sabiendo que para valorar nuestra salud mental, resulta importante llevar un cierto equilibrio con respecto a nuestra sensación de bienestar, a sentirnos cómodos y satisfechos en nuestro día a día.

También debemos considerar si nuestro potencial está siendo desarrollado de acuerdo a nuestros intereses y preferencias.

Este equilibrio también se alcanza en el afrontamiento de las diferentes situaciones que se van presentando en la vida, logrando la aceptación y trascendencia de las mismas, desarrollando compromiso y consciencia a su vez, de que nuestras acciones, así como los roles que ocupamos son relevantes, conformando una red que compone la comunidad de la que somos parte.

Por esto, el sostenimiento de cierto equilibrio en estas áreas mencionadas, resultan en un factor protector de nuestra salud mental, además de generar una contribución a nuestro entorno, y la comunidad toda.-

Alejandro Montandon