Puerto de Atlántida, la esperanza que flota

Puerto de Atlántida, la esperanza que flota

¿Acaso por castigo de llevar el nombre de una ciudad hundida e imaginada por Platón en las puertas del Mediterráneo no tiene derecho al ancla y al destello del faro guía?

La Atlántida canaria recibe los azotes de las marejadas en sus flancos, la calcinan los soles y las salinas. De tanto en tanto las boyas se desprenden desobedientes de los rudos marinos que las maltratan y paralizan con gruesas cadenas. Allí terminan, meciéndose en la calma de la mansa playa que las resguarda.

Tiene trinos de gaviotas, lobitos buscando la resolana, marina de guerra, veleta y hasta barcos que pastan en los resecos estantes que los resguardan, deseosos de mejillones y brea en sus “buches de cigueña”

La Atlántida emergida, que es la nuesta, la de acá … pide puerto y despierta la risotada del incrédulo que adopta el comportamiento del marinero borracho, ahogándose en su propia carcajada. Imagina pues, la fiebre de los rústicos burdeles, la ordas de marinos asiáticos fumando impacientes largos cigarrillos sin filtro que pitan sin pausa.

Todo parece ser menos folkórico y romántico en el oscuro interior de los cajones de los escritorios o las bóvedas de los bancos, pero allí descansa una nueva posibilidad para un puerto en Atlántida

Sigue intacta la posibilidad del puerto en Atlántida confirmó el Ministro de Transporte y Obras Públicas José Luis Falero.

En el marco del reciente 9° Encuentro Regional de Cruceros y Turismo Náutico Fluvial, el Secretario de Estado ratificó el compromiso con el apoyo a las actividades turísticas vinculadas a la náutica.

Tras la exitosa temporada con 100% de amarras ocupadas en Punta del Este, el Ministro dijo que es necesario buscar nuevas opciones de atraque y confirmó que se sigue trabajando en un proyecto concreto.

La iniciativa se había presentado por parte de referentes políticos y de las fuerzas vivas atlanticenses hace ya dos años.

Junto con el saneamiento es una de las necesidad que mas se destacan para mejorar la infraestructura turística del principal balneario canario.

El escepticismo se hace patente cada vez que el tema se pone sobre la mesa ya que es una de las obras potenciales mas anheladas y jamás tuvo resultados concretos.

La posibilidad de una infraestructura básica consistente en un muelle con amarras y servicios, separada de otras opciones de inversión como hotelería, casino y entretenimiento, aparece como la piedra fundamental para que luego aparezcan las inversiones en los entornos y los servicios.

Alejandro Montandon